"En las enseñanzas humanas se revela e inculca la justicia de los hombres, es decir, se enseña quién es y de qué naturaleza es el justo ante sí mismo y ante los demás, y cómo se llega a serlo. Pero en ningún otro lugar sino en el evangelio se revela la justicia de Dios (es decir, quién es y de qué naturaleza es el justo ante Dios, y cómo se llega a serlo) por medio de la fe sola con que el hombre cree la palabra de Dios, como está escrito en el último capítulo de Marcos (16: 16): 'El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado'." [Comentarios de Martín Lutero: Romanos, Págs. 42, 43.]
En el cielo, habrán sorpresas. Es interesante como muchas personas viven de la apariencia, muchas veces de lo que dicen los demas. ¿Cuántas veces nos han llamado justo? ¿Cuál ha sido nuestra reacción? ¿Hemos declarado que lo poco bueno que hay en nosotros es por Dios?. Aunque quien realmente conoce nuestros corazones, eso no significa que delante de los hombres no actuemos correctamente pero, no para que nos vean, sino por amor a Dios y por qué no, por amor al prójimo, es un mandamiento. De Jesús dicen las Escrituras: "Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres."(Lucas 2:52). Es muy fácil aparentar ser justo delante de los hombres, para obtener beneficios podemos hacer hasta lo que no nos gusta y es por ello que el gran Lutero escribió: "En las enseñanzas humanas se revela e inculca la justicia de los hombres, es decir, se enseña quién es y de qué naturaleza es el justo ante sí mismo y ante los demás..."
Si creemos en el Hijo de Dios, si tenemos Fe en Él, nuestras obras se manifestarán automáticamente, las Escrituras dicen: "Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos." (Mateo 7:16, 17)